Almirante Miguel Grau Seminario |
sábado, 27 de octubre de 2012
CIRUJANO MAYOR TITULAR DEL HUASCAR
Al rescate de los héroes
empujados al olvido
Habla descendiente de médico héroe del “Huáscar”
“Lamentablemente
hay héroes desconocidos como mi abuelo, que recién hace 15 años logré, con
documentos probatorios, que se le rinda los honores que merece y se coloque sus
restos en la Cripta de los Héroes del Cementerio Presbítero Maestro”, dice.
Añade que lamentablemente hubo equivocaciones en cuanto a algunos de los que
acompañaron como tripulantes al contralmirante y héroe máximo Miguel Grau.
Con
indisimulado orgullo, Susana muestra los documentos que acreditan a su abuelo
como el Cirujano Titular Mayor del Huáscar, lo que asegura, figura en la
relación de la tripulación del barco que Chile conserva como trofeo.
Para lograr
que su glorioso antepasado sea reconocido, Susana obtuvo la carta del 28 de
noviembre de 1917 que su abuelo enviara a otro héroe de esa epopeya, el capitán
de navío Manuel Melitón Carvajal. Ambos sobrevivieron al combate de Angamos en
malas condiciones de salud. “Mi abuelo quedó ciego y murió antes de los 60
años”, precisa.
La misiva en
poder de Susana demuestra la valentía y el amor al Perú de los heroicos
peruanos que en condiciones totalmente desfavorables enfrentaron el artero
ataque Chileno.
En la carta de
Rotalde a Carvajal se lee: “Contestando a la interrogativa de 25 del presente
mes es grato decirte: 1º Que el sitio del “Huáscar” en que fuiste herido, no ha
podido ser otro sino el de la Torre de Combate, pues así lo comprueba el
proyectil que te extraje del muslo izquierdo a los tres días después estando a
bordo del “Blanco” y a cuya operación me acompañó el cirujano de ese blindado;
ese proyectil era un pedazo de cobre en forma de S y que servían de sostén para
los colchones de la Torre. Creo muy bien que lo hayas guardado para que te
sirva de mejor comprobante.
2º El momento
en que desapareció el Contralmirante Grau, ha sido por lo menos un cuarto de
hora después de haber recibido el “Huáscar” los primeros disparos del
“Cochrane”, pues ya yo estaba asistiendo heridos en la 2ª Cámara, cuando hemos
visto entrar al teniente Ferrer, que venía de reponer en cubierta el pabellón que
había sido arrancado por unas balas, y tenemos que recordar tanto más este
hecho, pasado el entusiasta grito que nos dio, vivando al Perú” Prosigue la
misiva “Momentos después recibí la noticia de la muerte del C.A. Grau y
entonces he ido a proa con la gente que me estaba destinada para el servicio
del hospital; y hemos traído al teniente Ferrer agonizante y a quien pudimos
reconocer al pasar por la máquina, cuya cubierta prestaba alguna claridad. 3º
Del sitio en que se encontraba el teniente Gárezon, no podré darle razón, sino
en el caso final del combate y que fue el momento en que yo volví a la torre a
buscarte porque me acababa de traer la noticia de la muerte del capitán Aguirre
y de sus heridas. Llegué a la torre en los momentos en que el teniente Gárezon
mandaba al alférez Herrera a que se hiciera cargo del manejo del buque. Tengo
aún presentes sus palabras: “Capitán Herrera, suba Ud. Y hágase cargo
del manejo del buque”.
Denis Merino
Redacción
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