PRÓXIMO CAMPEONATO RELÁMPAGO ORGANIZA ESCUELA DE CONTROL DE TIRO, MES DE JUNIO (FECHA POR CONFIRMAR)

37º ANIVERSARIO (05-03-16)

"JUNTA DIRECTIVA 79 ALFA - ACTIVIDADES 2016

"EL PERUANO DEL MILENIO"

"EL PERUANO DEL MILENIO"
"SEGUID SU EJEMPLO"

"DIA DEL CALDERISTA 2015"

XXXVI ANIVERSARIO 79 ALFA

79 ALFA INICIARÁ ACTIVIDADES 2015

B.A.P. TACNA

"DÍA DEL CALDERISTA NAVAL"

A 135 AÑOS DEL COMBATE NAVAL DE ANGAMOS

8 de octubre 2014 en el Dueñas

UN SOLO NORTE LA INTEGRACIÓN

UN SOLO NORTE LA INTEGRACIÓN
8 DE OCTUBRE. CONMEMORANDO UN ANIVERSARIO MÁS DEL COMBATE NAVAL DE ANGAMOS

BODAS DE CORAL 79 ALFA, MARZO 15 DEL 2014

"EL MAR DE GRAU"

"EL MAR DE GRAU"

"34º ANIVERSARIO 79 ALFA"

SABADO, 08-09-12, J.D. PLANIFICO AGENDA PERIODO 2012-2014 /// "BODAS DE CORAL" 05-03-2014

CENTENARIOS EN EL ORBE

Lunes, 5 de Marzo de 1979

Lima

"BITACORA DE LA 79 ALFA"

AGENDA CENTENARIO 79 ALFA - / Recuerda: "A la Promoción no le falles //////////////////////////ENLACES DEINTERES’http://webstats.motigo.com/sid=4787426http://www.reporterodelahistoria.com/...http://www.wikio.es/sources/promocioncentenario79alfa.blogspot.comhttp://www.universidadperu.com/SECRETOS DE LOS INCAS http://video.google.com/videoplay?docid=6048520804508116357#PORTADAS DE DIARIOS Y REVISTAS http://www.adonde.com/noticias-peru/diarios-lima.php..PORTAL DE LA MUSICA PERUANA http://eruizf.com/musica/canciones_de_felipe_pinglo.html GUERRA DEL PACIFICOhttp://gdp1879.blogspot.com/ RADIOS ON LINE SUDAMERICA http://www.raddios.com/buscar.php?pageNum_buscar=4&totalRows_buscar=83&pais=peru&orden=rand() II GUERRA MUNDIAL DOSSIER http://www.exordio.com/1939-1945/prologo.html http://mochiladejaime.blogspot.com/ CAMPAÑA DE LA BREÑA http://www.fotolog.com/velasquismo/16397099/ http://www.elsnorkel.com/2013/08/listas-para-el-combate-armas-submarinas.htmlCèsar Abraham Vallejo Mendoza.Santiago de Chuco, Perú, 16 de marzo de 1892 - París, Francia, 15 de abril de 1938. "YA VA A VENIR EL DIA ....... PONTE EL ALMA

martes, 16 de octubre de 2012

Avelino Guillén Jauregui


MISION CUMPLIDA, entrevista al ex fiscal Avelino Guillén Jauregui
Proverdad.com.- Pocas personas te inspiran confianza desde el primer momento y se apasionan tanto con la lucha contra la corrupción y la impunidad. Avelino Guillén Jáuregui, el ex fiscal reconocido por su brillante participación en el “megajuicio” contra Alberto Fujimori, habla sobre su renuncia al Ministerio Público luego de tres décadas de labor intensa, analiza el sistema de evaluación del Consejo Nacional de la Magistratura que ocasiona que jueces y fiscales se preocupen más por su currículum que por su trabajo; y, revela su satisfacción por haber logrado reconciliar al sistema de justicia con la sociedad, demostrando que hay fiscales que pueden trabajar limpia y honestamente por el Perú.
Entrevista: Miguel Jiménez Torres*
¿Cómo se siente usted después de haber renunciado al Ministerio Público, institución en la que trabajó durante tres décadas?
Bueno, tengo una gran satisfacción de haber cumplido con la misión que nos asigna la ley. Si bien es verdad es una situación bastante… se podría definir dolorosa, por el alejamiento de la institución a la cual amo mucho; por otro lado, tengo la enorme satisfacción de haber cumplido con el trabajo que se me encomendó. Sobre todo me alienta mucho el reconocimiento permanente y constante del público reconociendo mi trabajo en las diversas dependencias en las cuales he trabajado. Haciendo un resumen, me siento en reposo, satisfecho por la labor cumplida y esperando más adelante asumir nuevos retos en mi carrera profesional.
Después de tantos años al servicio de la Fiscalía, como parte integrante del Sistema Administración de Justicia de nuestro país, ¿qué lo motivó a presentar su renuncia?
Lo que pasa es que tuve que renunciar en razón de que las plazas de fiscales supremos se iban a cubrir y yo ya no podía permanecer a nivel de la instancia suprema y consideré que ese era el momento oportuno para renunciar en el sentido que se me anunció que la plaza en la cual yo venía ocupando provisionalmente iba a ser ocupada por un señor Fiscal Supremo titular, eso determinó mi renuncia al Ministerio Público.
¿Consideró usted que iba a ser un retroceso en su carrera, si luego de haber alcanzado el cargo de Fiscal Supremo retornaba a su plaza titular de Fiscal Superior de Lima?
Yo creo que después de haber trabajado en los últimos diez años en las tareas más importantes del Ministerio Público, el haber intervenido en el juzgamiento de los principales funcionarios de Estado… no se olvide usted que yo he participado en los juicios más importantes del país en los últimos 10 años y he intervenido en los juicios de ministros, vocales supremos, fiscales supremos, congresistas y una serie de personalidades en las cuales he obtenido un resultado exitoso para el Ministerio Público, alrededor del 99 por ciento. En tal sentido, consideré que ya no era pertinente trabajar en la instancia superior.
¿La Fiscal de la Nación o alguno de los Fiscales Supremos le manifestaron que querían que usted siga siendo Fiscal Supremo, a pesar que se cubran dos plazas luego del concurso del Consejo Nacional de la Magistratura?
No, nunca se me manifestó eso. No se me manifestó que continuara yo como Fiscal Supremo.
¿Alguien insistió para que no renuncie?
En el Ministerio Público no. A nivel de la instancia suprema no. A niveles de superiores y provinciales sí. Muchos fiscales me pidieron que yo piense bien mi decisión, pero yo ya había tomado esa decisión.
¿Tampoco le han propuesto ser el representante del Ministerio Público ante el Consejo Nacional de la Magistratura?
No, porque hay un impedimento legal. Para ser representante de la Fiscalía ante el Consejo tendría que haber renunciado 6 meses antes, tendría que haber renunciado en mayo o junio de 2010. Porque se entiende que el Ministerio Público ha tenido que designar a su representante a partir del mes de diciembre de 2010. En tal sentido, la renuncia tiene que ser 6 meses antes y yo he renunciado recién en febrero.
Entonces, no puedo bajo ningún punto de vista ser representante de la Fiscalía ante el Consejo.
Si ninguno de los Fiscales Supremos le dijo que se quedará, ¿a qué cree que se deba eso?, ¿usted tiene problemas con alguno de sus colegas?
Ninguno. No tengo ningún problema con ningún Fiscal Supremo. Tengo una relación cordial y de respeto sobre todo a mis superiores y no considero tener ningún problema, ni laboral, ni personal con ningún Fiscal Supremo.
Con respecto a las evaluaciones del CNM, ¿qué piensa del sistema de evaluación y calificación que realiza el Consejo Nacional de la Magistratura?, ¿es el sistema idóneo para seleccionar a los mejores postulantes?
Siempre es un problema muy difícil de abordar. Yo considero que el Consejo todavía no tiene un método adecuado para elegir a los magistrados a nivel nacional; yo creo que lo primero que tienen que hacer es tener un perfil del juez o fiscal que se quiere buscar.
Tiene que haber una mixtura de lo que se quiere, o sea, por un lado, trabajar el tema de la trayectoria académica, los logros académicos los tienen que equiparar -me parece- con una trayectoria laboral; y un tercer punto que es fundamental y para mí el más importante, es el que tiene que ver con la honestidad y con la trayectoria en asuntos disciplinarios de los candidatos. Puede ser un candidato brillante en cuanto a lo académico, pero muy cuestionado en cuanto a su honestidad y su integridad.
En tal sentido, yo creo que el Consejo tiene una labor muy difícil y lo primero que tiene que hacer es combinar tanto el aspecto académico, como la trayectoria profesional y sobre todo medir los resultados en la gestión. Porque muchos candidatos pueden tener grandes títulos académicos, un gran currículum; sin embargo, no exhiben -ninguno de ellos- resultados en su trabajo. No tiene una hoja de vida que diga “yo he conseguido esto durante mi trabajo, éstos son mis éxitos profesionales”, no los tienen.
Yo creo que el Consejo tiene que hacer una mixtura, un balance y no se quiere tanto. Me parece que tiene que hacer un equilibrio entre lo académico, la trayectoria profesional, los resultados y sobre todo la honestidad y la integridad.
¿Cree entonces que la evaluación del Consejo Nacional de la Magistratura valora más el aspecto académico y por ello algunos fiscales o jueces piensan más en la publicación de libros, artículos en revistas o el dictado de clases, antes que la revisión y resolución de sus expedientes?
Lo que pasa es que los señores jueces y fiscales en la actualidad más están pensando en su currículum. Hay un problema que los agobia y yo los entiendo y los comprendo porque todos padecemos lo mismo. Están viendo cómo mejorar su currículum y no están concentrados en el trabajo que realizan.
Yo he conversado con fiscales cesantes ahora último y me dicen: “ya no se ve lo que antes teníamos nosotros… el amor por la camiseta, nosotros trabajábamos –ellos me manifestaban eso- …  por la institución, sin pensar muchas veces -y eso quizás pueda ser una debilidad- sin pensar en el futuro… nos entregábamos al trabajo”; y eso es lo que he tratado de hacer. Yo siempre he trabajado como si fuera un provisional, he tratado de cumplir con mi trabajo y de alguna forma tener una nueva visión del fiscal ante la sociedad, yo he buscado conciliar al fiscal con la sociedad, una sociedad que a nosotros nos rechaza, una sociedad que nos considera corruptos, una sociedad que ve al juez o fiscal como un elemento corrupto.
Yo he tratado de demostrarle a la sociedad que puede haber funcionarios que pueden trabajar limpiamente, honestamente a su servicio; que eso puede cambiar la cara del Ministerio Público. Esa ha sido mi misión yo creo que de alguna forma lo he conseguido, porque a través de una serie de entrevistas y difusión de mis pensamientos hay un gran número de personas en la colectividad que están convencidos que efectivamente existe un rango de fiscales que pueden ser útiles a la sociedad y que pueden ser gente honesta.
Entonces, lamentablemente muchas veces los fiscales y jueces están pensando permanentemente en el currículo y ese es un problema que descuida el trabajo.
El trabajo de un juez y un fiscal es muy arduo, es muy extenuante, lamentablemente. Yo por ejemplo, yo cuando trabajaba en la Fiscalía Provincial en el año 88, en el año 90, en una Fiscalía Provincial yo tenía alrededor de 12 personas que colaboraban conmigo, doce personas!. Teníamos tanto personal que a veces hacíamos doble turno porque no entraban las doce personas en mi oficina, entonces de 12 a 14. Ahora en una Fiscalía Provincial en la actualidad no pasan de cinco o seis; y, sin embargo, habiéndose reducido a la mitad el personal, la carga procesal se ha duplicado.
Entonces como puede usted trabajar y cumplir con su trabajo teniendo la mitad de personal y teniendo el doble de carga procesal. Es muy difícil, uno trabaja mañana, tarde y noche, entonces, es imposible que un fiscal cumpliendo con su trabajo, o sea, realizando verdaderamente su trabajo, pueda tener tiempo para publicar libros, para publicar artículos semanalmente. Es muy difícil, es imposible. Lo que podría hacer es dejar de trabajar medio tiempo -lo que muchas veces se da- y hacerlo en horas de la tarde o hacerlo en horas de la mañana, pero descuido mi trabajo; entonces uno tiene que elegir, o el trabajo o tu misión y tu cumplimiento con tu deber frente a la sociedad. Uno tiene que elegir.
Con respecto a su carrera fiscal. Usted se inició como Juez de Paz Letrado en Villa El Salvador, luego fue Secretario de Juzgado… y de estar en el Poder Judicial ¿por qué  prefirió ser fiscal por 30 años?
Yo me inicié cuando en el año 80 -yo egresé de la universidad en el año 79-, comencé a trabajar como juez de paz no letrado en Villa El Salvador cuando era pueblo joven. Yo después pasé a ser secretario de juzgado en Andahuaylas, Apurímac, y yo tenía la mira de trabajar en la Fiscalía, pero en ese momento todavía no habían convocatorias en la Fiscalía y cuando estoy trabajando… no se olvide usted que en la constitución del 79 es que se le da independencia al Ministerio Público y a partir de allí se va creando el Ministerio Público como institución autónoma… entonces, yo a partir de la primera convocatoria que se da en agosto del año 81, yo trabajando como secretario de juzgado en Apurímac, me presenté al concurso y comencé a trabajar en el Ministerio Público. Mi objetivo siempre fue iniciarme en el Ministerio Público.
Yo no quise trabajar en el Poder Judicial porque yo veía muchos cuestionamientos a los jueces. Quería trabajar en una institución nueva que recién se estaba formando, tal es así, que el primer fiscal de la Nación, Don Gonzalo Ortiz de Zevallos, es quien construye el Ministerio Público, es el que organiza el Ministerio Público desde cero en el gobierno del señor Fernando Belaunde. Yo he ingresado a trabajar en el Ministerio Público en noviembre del año 81 hasta febrero del 2011 y he ocupado todos los cargos en el Ministerio Público, desde abogado auxiliar hasta Fiscal Supremo.
Después de haber transitado por todos los niveles del Sistema Fiscal en el Ministerio Público, ¿en qué cargo o en qué dependencia se ha sentido más a gusto y por qué?
A mí lo que más me ha gustado siempre son los juicios orales, ahí es donde realmente se ve al fiscal. Es donde más me he sentido complacido porque ahí uno siente en sus espaldas la representación de una institución, o sea, uno habla por el Ministerio Público y he tenido grandes juicios a lo largo de mi carrera. A pesar de que al comienzo no he tenido ningún apoyo, trabajaba prácticamente sin apoyo de movilidad, sin seguridad, yo he ido a los penales solo, tomaba mi taxi mi tico y llegaba a los penales a juzgar a gente como Víctor Joy Way, a gente con todo un equipo de abogados yo sólo frente a ellos. Entonces, como Fiscal Superior yo me he sentido muy a gusto, satisfecho con lo que realizaba.
También me gustó mucho el trabajo como abogado auxiliar recorriendo las dependencias policiales, he visto muchos abusos de parte de la policía, detenidos que no estaban registrados, la situación en sus calabozos, detenidos que estaban más de 24 horas, hemos trabajado fuerte como abogado auxiliar. En fin, en todas las plazas me he sentido cómodo, pero si usted me exige un lugar es el de Fiscal Superior en audiencia donde yo verdaderamente me he sentido realizado y satisfecho porque te permite realizar una labor completa. Uno estudia el caso, uno consulta a los colegas, consultas a profesores, a amigos que conocen más sobre ese tema, consultas a otros especialistas…
Le doy un ejemplo, yo inclusive llegué a enfermarme -esto nunca lo he divulgado-, en un juicio que yo seguí contra el ex ministro de economía Jorge Baca Campodónico, pero para mí fue una tensión tan fuerte porque fue una operación de salvataje de un Banco muy importante, que descuidé un poco mi salud pero luego me recuperé rápidamente con ayuda médica. Tuve un problema bronquial y por qué, porque yo centré todo mi trabajo, porque era un tema que no se ve todos los días. Un tema de Banca, de desbalance, de salvataje de un Banco, es un tema básicamente de contadores y auditores; entonces yo consultaba permanentemente a contadores y auditores, leía legislación sobre ese tema, es bonito es hermoso porque es un trabajo de especialistas.
En cambio, con los abogados es diferente porque los abogados qué es lo que hacen en los estudios grandes, llevan un especialista para cada tema. Para interrogar a temas bancarios traen un abogado experto en bancarios lo contratan para eso e interroga él; para un tema laboral traen un experto en laboral, para presentación de pruebas traen otro abogado, o sea, son equipos de abogados.
En cambio el fiscal no puede hacer eso, es uno sólo entonces el reto es enorme. El Fiscal Superior consulta, investiga, recopila pruebas, obtiene pruebas, basa la prueba. Es lo que he hecho siempre en todos los juicios, entonces esa es una labor muy delicada la cual me hace sentir muy satisfecho.
Con respecto al “megajuicio”, ¿cuál episodio recuerda más de su participación en el juicio al ex presidente Alberto Fujimori?
El juicio en sí es muy importante globalmente, pero para mí lo más importante del juicio fue la presentación de la prueba. Nosotros presentamos alrededor de 514 pruebas más o menos durante el juicio, fue una labor muy extenuante porque te exigía una labor de estudio permanente, una preparación porque el tribunal puso una valla muy alta. No es como en anteriores juicios donde uno dice tengo estas pruebas y las entrego. No, no es así. Tenía que presentar la prueba, decir porqué es útil, porqué es idónea y para qué me sirve; y luego tenía que decir cuál es el valor probatorio de esa prueba, o sea, esas cinco cosas tenía que cumplir, cinco exigencias que puso el tribunal y uno tenía que acatar; y aparte la defensa del señor Fujimori iba a replicar, iba a tratar de argumentar contra mis pruebas. Entonces uno tenía que estar preparado porque a mí lo que me encanta es la polémica y el debate…
A mi siempre todos los Fiscales y los Fiscales Supremos me decían: “tú en el juicio eres como un pez en el agua, ese es tú campo”. Para mí, la presentación de la prueba fue determinante. Cuando nosotros terminamos la presentación de la prueba, yo lo observaba permanentemente al señor Fujimori. Yo me di cuenta que él ya se había percatado totalmente que él iba a ser condenado porque la prueba fue estructurada en doce capítulos. Nosotros preparamos 12 capítulos probatorios donde estaban las 514 pruebas y yo lo iba observando, a su defensa. Cuando terminamos nuestra presentación de la prueba, yo me di cuenta permanentemente que el gesto del señor Fujimori, desafiante y convencido de que podía ganar el juicio, ya cambio radicalmente. Él ya se preparaba para una condena. Porque yo me demoré en la presentación de prueba casi tres meses, de agosto a diciembre, mire usted, estuve lunes miércoles y viernes durante todo el día presentando pruebas esa fue una exigencia académica muy fuerte, ningún fiscal ha hecho eso, ninguno. En ningún juicio usted ha visto eso. Y eso me permitió a mí tener seguro el caso; y ellos ya cambian, su discurso pasa a un discurso previendo una sentencia condenatoria.
Doctor, teniendo en cuenta lo que usted ha dicho, sobre los requisitos que pidió el tribunal para las pruebas, ¿es distinto acusar a una persona que aprieta el gatillo que a una persona que está detrás, o sea, lo que es “autoría mediata”?
Claro, porque lo que tiene que usted probar es el vínculo entre el ejecutor material, el autor directo con la persona que ha dispuesto esa orden, esa ligazón; entonces usted tiene que demostrar que se dio eso, no es fácil.
Es un mayor reto porque en el Perú claro ya se había dado habían antecedentes, por ejemplo en el caso de Abimael Guzmán, el terrorista Abimael Guzmán se dio también. Pero en el caso de Abimael Guzmán él ya dejó algunas pruebas de sus órdenes porque Abimael Guzmán ellos daban órdenes consignas que se cumplían a través de los ejecutores. Acá en cambio el señor Fujimori las órdenes eran verbales y no quedaba constancia de nada. Entonces la dificultad para probar eso era muy difícil. Ahora bien, para eso yo he contado con apoyo de muchos fiscales que yo consultaba. Una fuente de consulta inicial sobre los interrogatorios para mí -y un maestro- es el doctor Pablo Sánchez, Fiscal Supremo titular. Yo le consultaba algunos temas generales sin mencionar nombres de cómo debía desempeñarme, siempre le he consultado. He consultado a otros ex fiscales, magistrados en actividad o cesantes como el doctor Daniel Caballero, gente que conoce mucho y que a uno lo guían en la carrera.
Cada fiscal tiene su estilo pero, ¿Por qué usted fue más riguroso y provocador?
Lo que pasa es que siempre ha sido mi forma de ser así, mis interrogatorios han sido más directos, más incisivos. Yo trato de alcanzar objetivos en audiencia. Cada testigo para mí es útil y el testigo va a tratar de negar todo, va a tratar muchas veces de mentir, pero de todas esas respuestas donde va tratar de evadir una respuesta adecuada, yo trato ahí de obtener algo positivo para mí, mi tesis incriminatoria para mi posición.
Entonces, mi estilo desde siempre desde que yo ingresé al tribunal… mucha gente me consulta a mí dónde he estudiado yo esto. Yo no he estudiado esa forma de interrogar ni mi actuación en el tribunal, eso lo he ido aprendiendo desde el año 86 donde fue la primera vez que asistí a audiencias y desde que me inauguré en audiencias yo siempre he tratado de ser así. Lo que pasa es que he sido muy apasionado por la justicia, por la verdad; y hay cosas que a mí me provocan un mayor énfasis en mi trabajo, como es la injusticia y la impunidad.
¿Concuerda como muchos que fue usted quien puso en su sitio a Fujimori cuando en una audiencia le dijo: “Siéntese bien… está en una sala de juzgamiento”, o “deje de sonreír cuando se dirija a esta Fiscalía”?
Lo que pasa es que en una audiencia -yo aprendí eso hace algunos años-, en una audiencia el acusado siempre trata de tener el dominio de la escena. Hay acusados que vienen y hablan muy alto, gritan, se comportan muy agresivamente, otros majaderamente y otros groseramente. Usted vea en audiencia a Montesinos por ejemplo, grosero, insulta, insulta a todo el mundo, agrede verbalmente, para que no le puedas repreguntar y entonces allí hay una situación muy complicada. El señor Fujimori, desde el comienzo, él trató de imponer su autoridad, su condición de ex presidente, quería hacer como si estuviera dando una conferencia de prensa. Entonces, él se sentaba en un sillón giratorio, en un sillón gerencial y yo lo primero que exigí es que él usara el mismo -eso no está registrado en los videos, esto es una revelación para usted-, yo lo que pedí es que por ejemplo él usara el mismo tipo de silla que yo. Yo siempre dije, yo quiero una silla fija la más sencilla y si el fiscal que interroga esta usando una silla sencilla el acusado tiene que usar el mismo tipo de silla. Entonces allí ya le quité el movimiento con el que él hacía lo que quería. Porque él… usted le preguntaba algo, y él sonreía, giraba a su izquierda y miraba a sus hijos y se burlaba y hacía así (gestos) ¿qué dijo señor fiscal? Esa era una burla. Entonces yo le dije, un momentito, acá las reglas son las siguientes: yo pregunto usted responde, me ha escuchado usted?, usted me responde no con gestos sino, dígame, me ha escuchado ¿si o no? Entonces, ahí él entendió.
Yo lo que quise ahí son tres cosas en la audiencia, en primer lugar hacerle ver que es un procesado y hacerle ver al mundo entero que él tenía la condición de procesado. Dos, que en la condición de procesado, él estaba en la obligación de guardar respeto a todos así como uno está en la obligación de guardarle respeto a él. Y tres al final de la audiencia yo traje a colación a la víctima, la víctima el gran olvidado en todos los juicios. Porque en el juicio siempre es el fiscal, el acusado, el juez, y la víctima? Entonces, yo en la parte final de mi interrogatorio yo le pregunto por cada una de las víctimas. Yo sabía que él iba a negar pero la cosa es traer a la víctima al juicio, introducirla, que toda la gente vea su dolor, sus deudos. Entonces yo… usted conoció a tal persona… a tal persona, a todos…
Leerle los nombres…
Leerle los nombres para que la gente recuerde eso que el juicio es por las víctimas, no es por Guillén, yo no existo ni es por él, sino que es por las víctimas que son los grandes agraviados.
¿Los integrantes del grupo Colina lo hicieron enfadar durante el juicio, quizás con el general Julio Salazar Monroe perdió la paciencia al recordarle que no estaba en la playa La Tiza?
No, en general lo que pasa es que ahí fue uno de mis interrogatorios más largos. Yo creo que lo interrogué más de ocho sesiones al general Julio Salazar porque él tenía abundante información y de enfadarme… el que quizá más me incomodó fue Sosa Saavedra por el desprecio absoluto que mostraba con las víctimas, o sea, decía como que… el mensaje entre líneas que lanzaba era que las víctimas eran lo peor. Era basura.
Si es terrorista hay que matarlo…
Ni siquiera decía eso, por eso decían que el termino eliminar, en el término castrense para ellos significa levantar desmonte, entonces en el juicio él daba a entender porqué tanta cosa por ésta (gestos). Porque uno en el interrogatorio, usted escucha una respuesta, pero usted tiene que leer la entrelínea  qué es lo que él quiere decir; entonces yo no repregunto necesariamente lo que él me ha dicho sino que yo repregunto hacia donde él quiere esquivar y hacia lo que él quiere… yo me doy cuenta que es lo que él está pensando y hacia donde está yendo. Tengo que taparle las salidas. Entonces usted tiene que tener una agilidad mental muy fuerte allí. Es por eso que ahí… yo cuando estoy en el tribunal yo me olvido de todo, yo estoy solo y lo enfoco a usted. Acá al costado se pueden estar matando y no me doy cuenta, lo tengo acá a usted centrado, lo tengo cuadrado, así usted pestañee, yo me estoy doy cuenta de todo y ahí lo estoy viendo. Entonces, esa es mi labor como fiscal y para eso yo me he preparado durante más de 20 años.
¿Cuál es su balance del juicio? ¿Fue justa la condena impuesta?
Es una condena bastante severa pero justa y proporcional al grave daño que ocasionó el señor Fujimori.
¿Está usted de acuerdo con la cárcel dorada que tiene el condenado Fujimori en la DIROES?
No, es una burla, él está en una condición de alojado -yo siempre lo he repetido en diversas entrevistas-, no es verdaderamente un centro de de reclusión. Es la celda más grande del mundo porque él tiene en la actualidad 10 mil 500 metros asignados a él. No se sabe que es lo que ocurre en esos 10 mil 500 metros, ninguna autoridad, ni del INPE, ni del Ministerio Público, ni del Congreso, ningún periodista ha podido ingresar a esos ambientes, no existen fotos del interior de esos ambientes, es un secreto. Entonces todos los días escucho comentarios de que allí se realizan eventos partidarios. La semana pasada estuve en Ica y me comentaban que todos los alcaldes que fueron elegidos en Ica donde ellos han tenido una gran votación y estuvieron a punto de ganar el gobierno regional -porque pasaron a la segunda vuelta-, tuvieron un cónclave una asamblea de todos los alcaldes de Ica en la DIROES y habían viajado con todos sus equipos y ahí habían recibido capacitación, o sea, es un local partidario. Eso lo sabe todo el mundo. Si yo lo sé que soy un modesto abogado, eso lo saben las autoridades del INPE, Justicia… están perfectamente enterados de todo.
Luego que se ha dado a conocer, a través de un cable filtrado de Wikileaks, que congresistas fujimoristas revelaron haber pedido al APRA “imparcialidad en el juicio” a cambio de “apoyo político” en el Congreso. ¿Cree usted que esa negociación política esté realmente favoreciendo al reo Alberto Fujimori?
Lo que yo puedo decir es que él tiene un trato extremadamente benigno. Él como ex presidente no puede ser objeto de maltratos merece un trato adecuado a su investidura pero no podemos olvidar que él ha cometido graves crímenes, él ha sido condenado por homicidio calificado, por asesinato y ha sido condenado por corrupción. Él ha reconocido haber incurrido en actos de corrupción. Entonces, esa situación determina que también él tiene que cumplir con los rigores de una condena. Entonces, él no puede convertir su centro de reclusión en un local partidario. Además de acuerdo a ley, los locales públicos, la dependencias públicas no pueden ser utilizadas como locales partidarios y la DIROES es una dependencia policial, es una dependencia del Estado sufragada con nuestros impuestos por todos nosotros; en tal sentido, él no puede convertir ese local en un establecimiento político. En tal sentido, allí lo que se ve que es una absoluta permisibilidad, complicidad de parte del Ministerio de Justicia al permitir todas estas actividades.
Usted que se dedicó por 30 años a ser Fiscal, a defender los derechos humanos y a perseguir el delito, ¿a qué ha pensado dedicarse desde ahora?
Yo voy a tomarme unos meses de evaluación, voy a preparar algunos documentos. Algunos medios me han pedido que yo escriba en algunos periódicos, pero todavía no voy a hacerlo. A mí me gustaría, -siempre lo he señalado desde cuando era fiscal- seguir trabajando en los temas que tenga que ver con la lucha contra la corrupción contra el crimen organizado y contra el narcotráfico. Espero más adelante, seguramente, si es que hay posibilidades con el cambio de régimen, tener alguna posibilidad de trabajar para el Estado en esos campos. Si no es así, yo trabajaré como abogado independiente ejerciendo en mi estudio jurídico como abogado para defender procesos en forma independiente.
Es decir que si el próximo gobierno lo llaman para ser por ejemplo Ministro de Justicia u otro cargo, ¿usted aceptaría?
Depende. Primero estamos hablando hipotéticamente…si es que me llaman, bueno eso sería ser pitonizo; pero yo no puedo renunciar a mi obligación de trabajar por el Perú, por el Estado, en tareas que considero que yo estoy capacitado y preparado para trabajar. En tal sentido, si me llaman en alguna oportunidad para desempeñar un cargo en las áreas que yo le he mencionado y que son muchas más también, yo lo evaluaría eso y estaría dispuesto a seguir de alguna forma ser un soldado del país para contribuir, para sanear este país.
¿No ha pensado en incursionar en política? ¿Alguna organización política lo ha llamado para que postule?
No,  ninguno me ha llamado para que postule. Yo la política lo veo un poco complicado (SIC). No soy muy bueno como político porque yo soy directo y transparente y el arte de la política es el saber actuar, el ser un gran artista de teatro, el mentir, el disfrazarse de algo, ofrecer A y hacer Z, tener un discurso B y hacer J. Entonces, eso yo no podría porque yo diría lo que pienso hacer y al final quizás eso sería contraproducente en términos electorales. No me veo con pasta de político no es mi escenario, donde yo me siento más cómodo es trabajar en la función pública en tareas que a mí me gustan mucho como es el combate al delito.
En el Perú, la delincuencia y el crimen le están ganando la guerra al Perú. Eso es algo que no reparamos. Si usted lee los diarios todos los días la gran cantidad de grandes sucesos de corrupción que se dan en el país y que esos hechos no merecen una sanción, se da cuenta que la gran corrupción, el crimen organizado lejos nos está dando una goleada, una paliza al Perú; y eso es algo que tenemos que tratar revertir, y es porque los políticos y los peruanos no nos ponemos de acuerdo para eso. No existe un compromiso de poner en agenda en el Perú el tema de la corrupción.
Los políticos… usted analice, hasta hoy día ningún candidato presidencial ha hecho una propuesta diciendo “yo voy a hacer esto en el tema de la corrupción”, hasta ahora, quizá lo hagan mañana; pero no he escuchado yo una propuesta completa integral en el combate contra la corrupción; a pesar que los peruanos desde el año 2009 de manera uniforme y constante señalan que la corrupción es el principal problema del país. Y si la corrupción es el principal problema del país porqué ninguno de los candidatos no toca ese problema. Porqué, porqué no de manera integral no tocan el principal problema. Hablan de irse a la playa Agua Dulce, de bañarse, de tocar flauta, cortarse el cabello, temas de farándula, eso no es así.
Aunque en el plan de Gana Perú, Omar Chehade ha dicho que sí han puesto en el Plan un tema sobre la lucha contra la corrupción…
Ollanta Humala al comienzo estuvo… me parece bien cuando señaló que la gran diferencia es la honestidad en relación a otros candidatos, pero de allí se quedó en la frase, en el lema…
Debería ser su bandera…
Debería ser la bandera de los candidatos: el problema número uno del país la corrupción; y decir, éste es mi equipo donde están todos estos señores que van a luchar  contra la corrupción y éste es mi programa integral contra la corrupción. Dedicarle toda una tarde a este tema, no en una frase. Porque hay algunos candidatos en todos los partidos que vienen hablando de ese tema pero recién se acuerdan de ese tema al momento de las elecciones. Nosotros venimos hablando eso hace más de 10 años, lo venimos haciendo y quizá como consecuencia de hablar de esos temas es que ahora yo este fuera del Ministerio Público por mi discurso demasiado frontal; pero es así, son los costos que se tienen que asumir y gustosamente yo lo asumo. Esos son los retos de nuestro trabajo, esos son nuestros aportes.
¿Postularía a través de elección popular a ser miembro del Consejo Nacional de la Magistratura o decano del Colegio de Abogados de Lima?
En esta etapa ya está cerrada eso sería para de acá a cinco años. Eso habría que evaluarlo en su oportunidad, habría que ver, me gustaría trabajar. Algunos colegios me están invitando para conformar algunas comisiones, es algo que a mí me enaltece mucho. El Colegio de Ingenieros me ha invitado para participar en un proyecto de gran alcance que es el Perú 2040, donde están convocando a profesionales de distintas especialistas: médicos, ingenieros, abogados, embajadores… para trabajar un Perú hacia adelante, un Perú mejor. Entonces, esas son cosas que a mí me fascinan, me encanta trabajar para los jóvenes, para los niños.
Otra cosa que me gustaría es que voy a comenzar a viajar por el interior del país, voy a retornar a la sierra ahora que paren las lluvias -está un poco complicado- por tierra como siempre me ha gustado viajar y recorrer toda la ruta que hicieron mis padres para llegar a Lima. Voy a recorrer, tengo familia en Apurímac, Ayacucho, Cusco, Junín… toda la sierra vamos a cubrir, Huancavelica, voy a comenzar a viajar seguramente a partir de mayo.
Justamente sobre ese punto, ¿qué cosas ha hecho en estos días después de su renuncia, que cuando trabajaba como fiscal no pudo hacer?
He hecho cosas que antes no lo hacia, he estado más tiempo con mi familia, he acompañado a mi hijo a la universidad -mi hijo tiene 16 años ha ingresado a la universidad del Pacífico a estudiar economía-. He estado mucho más tiempo con él, he conversado más tiempo con él, he comprado los útiles para mi hija que está en el colegio en primaria, he viajado con mi familia dos veces al interior del país, he hecho cosas que hace muchos años no hacía, he disfrutado con mi familia, he hecho algo que no había hecho hace 30 años: he llevado de viaje a mi mamá, es algo maravilloso. Ahora estoy organizando mis archivos, mi biblioteca, preparando ya para tener un área de trabajo porque yo estaba prohibido por ley hasta cuando era fiscal, ahora sí puedo; estoy preparando un área de trabajo profesional en mi vivienda y posteriormente seguramente ya en una oficina en la calle.
¿Qué mensaje les daría a todos aquellos magistrados, abogados y personal administrativo que dejó en la Fiscalía?
Yo les dejé una carta, unas palabras que se las voy a alcanzar, el mensaje que les doy es que sigan trabajando con amor a nuestra institución, con amor al país. Yo les dije amor por el Perú, que trabajen con honestidad con limpieza y sobre todo sean íntegros, que sean dignos. El Perú ha puesto su confianza en nosotros, los fiscales son funcionarios muy bien pagados. En la administración pública creo que son los mejor pagados al igual que los jueces; entonces nosotros tenemos una obligación con la población y que nunca se olviden que son servidores de la sociedad, son servidores tienen que ser humildes sencillos y entregarse a la sociedad, ganarse el cariño y sobre todo el respeto de la sociedad.
Yo he viajado mucho dando conferencias durante estos últimos años en el país y he tratado de dar ese mensaje a los estudiantes en los lugares donde me han invitado. Yo creo que la gran mayoría de fiscales son gente muy honesta y tienen un cariño por la institución, falta cambiar algunas reglas. Yo creo que el Consejo tiene que evaluar bien eso, tiene que equilibrar. Mucha exigencia académica obliga a que el fiscal descuide su trabajo y el descuido de trabajo trae como consecuencia que en la actualidad existan dos millones de expedientes atrasados y esos dos millones de expedientes atrasados origina que la gente que ve que su caso no se resuelve durante decenas de años rechace al Poder Judicial y al Ministerio Público -cuando digo Poder Judicial englobo al Ministerio Público-, entonces rechaza al sistema de justicia porque su caso demora mucho tiempo en resolver y porque no se resuelve porque estoy pensando más en otros temas.
Por ejemplo, en Alemania y en otros países en Europa a los magistrados les exigen mucho trabajo pero al momento de ascender qué es lo que hacen, les dicen un momento usted sale de licencia y los llevan durante tres meses a estudiar a tiempo completo a una academia fuera de la ciudad, en el campo, y ahí, a los mejores, a esos los ascienden. Sales al cuarto mes, te dicen señor tal, el señor Jiménez ha alcanzado una vacante y tiene que -bueno obviamente- ver por sus estudios pero también su record que no tenga sanciones, etc., y sus casos ganados, pero básicamente es por esfuerzo académico. Entonces ya, usted ascendió, magistrado muy bien; y los que van en segundo y tercer lugar van esperando que se produzcan plazas y van cubriendo, y luego regresan a trabajar con el mismo ímpetu ya no están pensando en su currículo porque están pensando de acá en 5 años van a volver a ir a ese centro de estudios, es algo de eso.
Los del Consejo Nacional de la Magistratura viajaron a Europa para ver eso, todos viajaron -eso no se ha divulgado- todos viajaron para conocer la realidad como se nombra. Ellos conocen eso porque han visto directamente entonces algo se tiene que hacer.
No lo quieren aplicar…
Yo creo que la Academia tendría que hacer cursos a dedicación exclusiva dejando de trabajar y la Academia provee de plazas. Por ejemplo, yo estudié en la academia, yo saqué 17 de nota, pero trabajaba y estudiaba simultáneamente y eso no es serio porque yo descuidaba mi trabajo porque tenía que estudiar.
En el año 92 a mí me botaron de la fiscalía durante el golpe de estado y mi fiscalía creo que fue la única que tuvo carga cero. En el 92, yo trabajaba muy fuerte, trabajaba durante mañana, tarde y noche en la fiscalía. En mi fiscalía, una vez que me botan, hicieron un inventario, la doctora Colán fue he hizo un inventario de todas las fiscalías y mi fiscalía tenía carga cero porque yo trabajaba así.
Pero después de eso yo me di cuenta porque mi familia me recriminó, me dijo: “tu has trabajado tanto y mira te botan no te reconocen” no tienes esposa, no tienes hijos, no tienes casa, no tienes auto, no tienes nada y yo no tenía nada, no tienes ni pensión… a cambio de qué yo había trabajado 12 años para tener ese nivel de trabajo y ya era un fiscal reconocido.
Y cuando yo regreso en el 94, fui el único fiscal que regresó durante el régimen de Fujimori y regresé para que me asciendan. A mí los fiscales me recibieron de pie porque reconocieron mi trabajo pero yo ya quedé marcado, porque yo entregué toda mi vida durante doce años para estar al día y al final no obtuve nada. Entonces el Consejo tiene que pensar seriamente en una forma de obtener… hay muy buenos chicos, yo los veo excelentes, brillantes; y además, hay que pensar en la renovación. Uno no es eterno, hay que formar equipos y esa fue una de las debilidades. Yo en el año 2000 comencé con los juicios a Fujimori, todo lo de Fujimori, yo decía si yo me resfrío si yo me enfermo qué pasa, quién me va a reemplazar en los juicios. Eso está mal, tiene que haber equipos. Desde que yo he salido de los juicios de Fujimori ya no ha habido un juicio así, ya no hay fiscales, eso está mal, tiene que solucionarse, tiene que formarse equipos, hay muy buenos muchachos.
¿Qué mensaje les daría a aquellos jóvenes que recién se perfilan a ser abogados y ven en usted un ejemplo a seguir?
Que estudien, que el estudio es la única forma de superación. Que tengan valores, que cultiven los valores, que los valores no es ser tonto. Yo escucho siempre a los muchachos decir, a veces gritan: “no seas mongo, no seas tonto”. El ser honesto no es ser tonto, es ser limpio, es ser transparente, es tener una forma de vida. Y que se den cuenta que el estudio es la única forma honesta de llegar al éxito.
Yo tengo sobrinos que están muy bien y son muchachitos que están estudiando y los aliento siempre a que sigan así. Es la única forma de luchar contra la pobreza, de poder tener éxito y que cualquier cosa que hagas, seas barredor, seas jardinero, seas lo que seas, hazlo con gusto porque es un trabajo digno y eso te va a hacer sentir bien. Siéntete orgulloso de lo que haces.
Finalmente, si bien su participación en el juicio a Fujimori es histórica, cómo le gustaría que lo recuerden?
A mí me gustaría que me recuerden como un fiscal que hizo un intento serio de demostrarle a la sociedad que hay un conjunto de funcionarios públicos que pueden trabajar honestamente. Eso es como quiero que me recuerden: “Guillén hizo el intento de demostrar que hay fiscales que pueden trabajar con limpieza”. O sea, no tanto por el juicio (de Fujimori), ese es un juicio, yo he intervenido en más de 50 juicios de ese nivel, claro nunca contra un ex presidente, es el único no?, pero yo he estado contra todo el gabinete, muchos congresistas… pero que me recuerden como una persona que intentó reconciliar -ese es el término- que intentó reconciliar al sistema judicial con la sociedad peruana. Ese fue mi esfuerzo, hablarle directamente a la persona y hacerle ver a la víctima.
Por eso yo me acuerdo que los deudos de las víctimas de la Cantuta me hicieron un homenaje y yo les dije “ustedes no tienen nada que hacer un homenaje, yo soy su servidor, yo estoy obligado a ustedes y a todos”. Nosotros somos servidores de los débiles, de las víctimas, de los agraviados. Ese es nuestro rol y esa es nuestra tarea. Entonces, en ese campo yo quisiera que me recuerden como una persona que intentó demostrarle a la sociedad peruana de que puede haber un intento serio por demostrar un trabajo honesto y transparente nada más.
Entrevista: Miguel Jiménez Torres*
*Licenciado en Ciencias de la Comunicación: Periodismo y Abogado.

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