miércoles, 10 de abril de 2013
Chile lleva más de un sigo meciendo a Bolivia
La demanda boliviana
A muchos ha sorprendido el
reclamo boliviano contra Chile exigiendo un puerto en el Pacífico. Lo
sorpresivo no radica en la petición, que se sabe centenaria, sino en la
elección del escenario: la Corte Internacional de Justicia de La Haya, CIJ.
Igual que nosotros y antes que termine nuestro reclamo. De ese modo, caben
algunas preguntas, ¿esa demanda es oportuna, tendrá algún fundamento?
En primer lugar, sobre la
ocasión. Bolivia ha evaluado como exitosa la estrategia peruana y decide
copiarla. A nosotros no nos afecta, al contrario, de una manera silenciosa pero
evidente, califica positivamente la conducta de nuestra cancillería en materia
del mar.
Por otro lado, antes que
comience su caso habrá terminado el nuestro. Aún no han presentado su demanda,
incluso deben dar pasos preliminares que no han agotado.
Mientras que, la inapelable
sentencia del caso Perú-Chile se conocerá en algunas semanas. Así, la demanda
boliviana seguirá a la peruana, una a continuación de la otra. El problema no
es nuestro, en todo caso de Chile, que ha de afrontar dos demandas sucesivas.
Así, Bolivia no se ha
interpuesto con el Perú, solamente ha seguido el mismo camino. Luego se halla
el tema de fondo, ¿tendrá alguna razón? En realidad, depende. Hasta hoy no se
conoce el contenido de la demanda boliviana. Depende de lo que vayan a
reclamar. Como aún no se conoce, pues veremos a dónde apuntan los argumentos
del país altiplánico.
Pero, estará perdido si pide
la invalidez del tratado de 1904. Ese tratado fue firmado por Bolivia en total
libertad. Su territorio no estaba ocupado por Chile ni estaba amenazada su
integridad. El tratado incluía un conjunto de otras cláusulas, todas las cuales
fueron cumplidas, y ambos congresos lo ratificaron.
En ese tratado de 1904
Bolivia cedió a perpetuidad su antiguo departamento del litoral, en Atacama.
Por ello, es difícil que la CIJ acceda a revisar un tratado solo porque una
parte lo considera injusto. Si se aceptara ese criterio, todo el edificio
institucional se derrumbaría, porque siempre habrá quien considere injusto algo
que firmaron sus antepasados.
Por eso depende de Bolivia y de la naturaleza de su
reclamo. Podría demandarle a la CIJ un punto más sofisticado. Por ejemplo,
Chile lleva más de un sigo meciendo a Bolivia. Muchas veces le ha prometido
abrir discusiones para tratar la mediterraneidad y arribar a una solución.
Antes del tratado de 1904,
Chile había prometido Tacna y Arica, si vencía en el plebiscito. Chile llegó a
firmar un documento, que luego su Congreso no ratificó. Luego, en 1920, Chile y
Bolivia suscribieron un acta dejando constancia de su voluntad para procurar un
acuerdo que permita a Bolivia una salida al Pacífico. Esa voluntad fue
ratificada en 1950, cuando intercambiaron notas, acordando negociar una salida
al mar por el norte de Arica.
Estos tres ofrecimientos de
Chile a Bolivia para abrir negociaciones se concretaron en el llamado abrazo de
Charaña, entre los generales Banzer y Pinochet en 1975. En aquella ocasión,
Chile y Bolivia llegaron a un entendimiento sobre una franja de diez km al
norte de Arica. De acuerdo al tratado de 1929, consultaron al Perú. Nosotros
respondimos creativamente con una sugerencia. Pero, Chile insistió ante Bolivia
que el ofrecimiento era un canje y que esperaba la propuesta boliviana al respecto.
Bolivia se ofendió y rompió relaciones. Hasta hoy.
La última negociación seria
fue con Bachelet cuando el mismo Morales mantuvo años de negociaciones
infructuosas. Después de esa ocasión, Bolivia se ha animado a confrontar,
preparando su documentación y argumentos para acudir a La Haya. Toda la
información se halla en una excelente tesis de la Academia Diplomática escrita
por Natalia Navarro.
Para terminar, volver al punto. Todo depende del
contenido de la demanda boliviana. Podrían ganar, si simplemente le pidieran a
la CIJ que, en función a tantos antecedentes, ordene a Chile sentarse en la
mesa de negociación y no levantarse sin un acuerdo.
Antonio Zapata Velazco
Antonio Zapata Velasco es Doctor en Historia de
América Latina por la Universidad de Columbia, Nueva York. Profesor de Historia
en la Pontificia Universidad Católica del Perú, profesor del Postgrado en
Ciencias Sociales de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Investigador
Asociado del Instituto de Estudios Peruanos.
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