miércoles, 31 de julio de 2013
San Martín y Bolívar en Guayaquil (julio 26 de 1822)
La entrevista de
Guayaquil
Miercoles, 31 de julio de 2013 | 4:30 am
El 26 de julio de 1822 se
reunieron San Martín y Bolívar en Guayaquil; fue la única reunión que tuvieron
y ha estado rodeada de misterio. Nunca se supo exactamente qué hablaron ni
tampoco la postura que cada uno habría adoptado. Por ello, ha sido motivo de especulación
e incluso de un gran debate entre las academias de Historia de Venezuela y
Argentina, hace ya varias décadas. Esa polémica repercutió en el Perú, donde la
mayoría es partidaria de San Martín. Entre nosotros se sostuvo que el general
platense habría cedido con nobleza al hacerse evidente la ambición indetenible
de Bolívar.
Pero, un reciente
descubrimiento histórico en Quito viene a resolver buena parte de las
interpretaciones. En efecto, en el Archivo General de Ecuador ha aparecido el
libro copiador del secretario de Bolívar. Éste es fruto de una costumbre de la
época, según la cual, toda la correspondencia oficial despachada se copiaba en
un libro que guardaba el registro de lo enviado.
El documento estuvo perdido,
al haber sido mal clasificado, y ha sido presentado a la prensa la semana
pasada en Ecuador. El descubridor es el historiador colombiano Armando
Martínez, quien estaba trabajando para el programa posdoctoral de la
Universidad Andina Simón Bolívar, sede Quito. El rector de esta entidad educativa,
el también historiador Enrique Ayala, calificó el documento como un “wikileak
reservado”.
Se trata de un Informe
dirigido al general Antonio José de Sucre, haciéndole conocer los pormenores de
la entrevista con San Martín. Así, por primera vez se accede a una prueba
contundente de la apreciación de Bolívar sobre la famosa cita secreta de los
libertadores. El secretario añade una carta personal a Sucre, diciéndole que el
documento sobre el encuentro de Guayaquil es para su exclusivo conocimiento.
De acuerdo al Informe, San
Martín estaba decepcionado de los generales platenses del Ejército Libertador
que lo habían acompañado a Lima, se quejaba diciendo que lo habían dejado solo.
Luego, San Martín habría añadido que estaba dispuesto a dejar el mando político
del Perú y retirarse a Mendoza. Buscaba una victoria militar que le permitiera
hacerlo con honor y estaba en Guayaquil para pedir refuerzos que le permitieran
obtener ese triunfo. Su actitud fue generosa y sostuvo que, si las tropas
venían con Bolívar, él se pondría a sus órdenes.
Los libertadores no habrían
discutido sobre Guayaquil. Mucho se ha especulado sobre el destino de ese
puerto. Se ha dicho que Bolívar se lo quitó en este momento al Perú. Pero,
según el Informe, San Martín habría comenzado diciendo que no se había
involucrado en el tema de Guayaquil. Por tanto, habría cedido inmediatamente
sin objetar su incorporación a la república de Colombia.
La discrepancia crucial
habría sido sobre el destino del Perú, una vez obtenida la independencia. San
Martín habría sustentado su propuesta de monarquía constitucional. Según los
términos del Informe, planteó traer un príncipe europeo. Bolívar se opuso. Su
razonamiento habría enfatizado en los intereses de la república de Colombia. En
nombre de esos intereses republicanos, Bolívar subrayó la inconveniencia de un
príncipe europeo para el Perú, porque amenazaría la libertad de los demás.
Luego, Bolívar añadió que si
los peruanos querían esa forma de gobierno, él no se iba a oponer. Era su forma
de negar los refuerzos militares solicitados. De una manera elusiva, a la
usanza de la época, Bolívar aclaró que no aportaría soldados para un proyecto
de monarquía constitucional. En ese momento, San Martín habría entendido que no
le quedaba juego y que debía dar paso al proyecto de Bolívar.
Se dice que San Martín se
despidió diciéndole: “Don Simón, le dejo la gloria”. Ella habría consumido al
caraqueño llevándolo a la muerte veinte años antes que San Martín. Por el
contrario, el retiro le habría permitido al libertador platense gozar de una
última paz, sazonada por la más intensa de las melancolías.
Antonio Zapata Velasco
Doctor en Historia de América
Latina por la Universidad de Columbia, Nueva York. Profesor de Historia en la
Pontificia Universidad Católica del Perú, profesor del Postgrado en Ciencias
Sociales de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Investigador Asociado
del Instituto de Estudios Peruanos, especializado en historia contemporánea.
Fue director y conductor del programa de historia “Sucedió en el Perú” del
canal estatal peruano. Socialista convicto y confeso.
lunes, 29 de julio de 2013
¿Cómo será recordado su régimen?
La gran decepción
Lunes, 29 de julio de 2013 | 4:30 am
Cuando regresé a vivir a mi país, tras muchos años pasados en el
extranjero, un amigo me expresó su pena diciendo: “Tú eres el último que
quedaba”. “¿Cómo puedes decir eso, le pregunté, cuando siguen viviendo muchos
peruanos en París?”. “Lo que pasa, me respondió, es que ninguno de ellos (en
nuestro círculo de amigos) ha vivido la época de Velasco en el Perú”. Su
respuesta me sorprendió y me hizo reír. Pensé que era una de sus ocurrencias
para enmascarar la tristeza de separarnos, tras muchas peripecias vividas
juntos –estudiar, trabajar, tener hijos, sobrevivir, adaptarse– lejos de
nuestra patria.
Hace poco reflexioné en ese episodio a raíz de un trabajo que
estoy escribiendo en torno a la memoria de los conflictos. Y de pronto me
asaltó la sospecha, primero, luego la convicción de que mi amigo había tenido
razón. Cuando escuchaba los relatos espantados del primer gobierno de García
–con la inflación maniaca que psicotizó los intercambios comerciales en el
país, o la mierda que salió por las tuberías de agua (metáfora devastadora)–;
cuando me contaban el horror de la época de Sendero con las bombas y los
atentados, o las matanzas en zonas rurales; cuando todos recordaban con estupor
catatónico el día siguiente al shock económico del primer gobierno de Fujimori,
yo podía entender y sentir empatía con esas angustias. Pero no tenía huellas
vívidas en mi memoria, pues había seguido los acontecimientos a la distancia.
Es cierto que todos estos periodos han sido traumáticos, por
diversos motivos, para la colectividad. Para unos más que otros, por cierto,
pues experimentar “en carne propia” marca de manera distinta a hacerlo a través
de la circulación de la información. De hecho, la primera opción puede bloquear
la capacidad de análisis, pues el trauma ataca directamente la posibilidad de
pensar lo vivido. Pero, tal como observa Elisabeth Jelin en su recomendable
libro publicado por el IEP, Los trabajos de la memoria: “Las vivencias
individuales no se transforman en experiencias con sentido sin la presencia de
discursos culturales, y estos son siempre colectivos. A su vez, la experiencia
y la memoria individuales no existen en sí, sino que se manifiestan y se tornan
colectivas en el acto de compartir”.
Pensaba en todo esto previamente al discurso de 28 del
presidente Humala. ¿Cómo será recordado su régimen? Lo que se percibe en el
aire es una decepción variopinta. Por un lado están quienes esperaban –y son la
mayoría– una acción más decidida de parte del Estado para reformar lo que hace
de nuestro país un lugar inseguro, caótico, injusto y muy atrasado. Por el
otro, quienes temían aventuras económicas imprevisibles, aliviados por la
inacción pero preocupados por la falta de iniciativa respecto de la crisis
internacional. El propio gobierno parece
frustrado por lo difícil que había resultado gobernar, con enemigos tan
insidiosos como la corrupción y la burocracia, así como aliados tan golosos
como los grandes poderes económicos. Así, si todo discurre como hasta hoy,
serán recordados como la Gran Decepción.
Jorge
Bruce
Jorge Bruce es un reconocido
psicoanalista de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Ha publicado
varias columnas de opinión en diversos medios de comunicación. Es autor del
libro "Nos habíamos choleado tanto. Psicoanálisis y racismo".
viernes, 19 de julio de 2013
¿QUIÉN DA MÁS?
Ecuación Imposible
Repartija por cuoteo puede
terminar en seria crisis de legitimidad institucional.
http://www.caretas.com.pe/Main.asp?T=3082&S=&id=12&idE=1110&idSTo=0&idA=64464
Después de esto, la
imagen del Congreso no la levanta ni la Virgen del Carmen.
El martes 5, durante el homenaje que el Legislativo le hizo a la patrona,
el titular del Parlamento, Víctor Isla, apareció rodeado de fujimoristas.
Para conseguir el consenso en el reparto de los 10 puestos del Tribunal
Constitucional, el Banco Central de Reserva y la Defensoría del Pueblo, Isla ha
tenido que bajar al llano y lograr un entendimiento con la tienda naranja.
El fujimorista Rolando Sousa, designado al TC, y Pilar Freitas, carta de
Perú Posible para la Defensoría, se han convertido en los principales
destinatarios de las críticas.
QUIÉN DA MÁS
Los votos del
oficialismo (43) sumados a los de Fuerza Popular (36) se acercaban a los 87
necesarios para confirmar las designaciones. Con Perú Posible (15), que al
final pidió como único requisito poner a la controvertida Freitas en la hora
más baja de Alejandro Toledo (ver más), cerraron prácticamente las
negociaciones.
Con nombres cercanos a la bancada, como José Luis Sardón y Ernesto Blume
para el TC, la bancada de APGC se dio por satisfecha.
El audio divulgado por Perú21 el martes último, revela la frustración de
las bancadas que quedaron al margen de la “repartija”, que fue el término
utilizado en una carta pública firmada por Mario Vargas Llosa y otras 630
personas.
“¿Qué daría el gobierno por tener un Banco Central más?”, se pregunta en el
audio el pepecista Luis Galarreta. “¿Defensoría? ¿TC?”. Isla le dice que “el
gobierno quiere tres”.
“¿Y no coge nada más?”, pregunta Víctor Andrés García Belaunde de AP.
José Urquizo reitera que “tres del Tribunal Constitucional”.
“¡Pero nada más!”, se exalta Vitocho.
Y tres tuvo el gobierno:
el embajador en España Francisco Eguiguren, el embajador en Cuba Víctor Mayorga
y el excongresista Cayo Galindo. Las credenciales de los dos últimos han sido
puestas en duda los recientes días.
Para García Belaunde, en cambio, el audio demuestra que él estuvo entre
quienes trataron “de que la elección sea lo menos dañina posible porque las
bancadas grandes quisieron apoderarse de los puestos”.
El APRA no firmó el acuerdo, ha hecho de tripas corazón y, a pesar de tener
una representación mínima, le viene sacando provecho político a la miopía de
las designaciones.
“No los necesitamos”, zanjó a CARETAS un importante congresista fujimorista
sobre los reclamos de los minoritarios.
El mismo martes circuló en el Pleno una moción para que se suspenda la
elección programada para el día siguiente, y como era previsible, fue firmada
únicamente por AP-FA, Apra y SN. Algunos lunares de APGC como Yehude Simon y
Enrique Wong también estamparon su rúbrica.
La convocatoria oficial del miércoles estipulaba que lo primero que se
votaría sería el TC, luego vendría la Defensoría y finalmente el BCR.
Los fujimoristas buscaban ir a lo seguro para, luego de asegurar a Sousa al
TC, pagarle a sus viejos rivales toledistas con la inclusión de Freitas en la
Defensoría.
CONTRAPESO Y SALVAGUARDA
Aunque en el Congreso no
se den cuenta, y sea cual fuere el resultado final, este método de designación
ya tocó fondo.
Puede que el alineamiento generalizado de las tiendas políticas con los
fundamentos macroeconómicos consiguiera mejores resultados en el caso de los
directores del Banco Central de Reserva.
Allí irán el exministro de Agricultura Francisco González, el director de
Macroconsult Drago Kisic y el investigador de la Universidad del Pacífico
Gustavo Yamada.
Pero esas mismas tiendas no parecen entender la naturaleza de instituciones
como el TC y la DP en un estado democrático.
El contrapeso de poderes y la salvaguarda de los derechos constitucionales
no se consigue con la partidización –y burdo parcelado– de sus organismos
garantes.
Es clamoroso el caso de Sousa, nominado a rajatabla por el fujimorismo para
el TC.
La lista de cuestionamientos al excongresista la recordó el Instituto de
Defensa Legal (IDL) esta semana.
Su relación de clientes la encabeza.
Alberto Fujimori fue
condenado a 25 años por crímenes contra los derechos humanos y de corrupción.
Los generales montesinistas Nicolás Hermoza y Julio Salazar Monroe destacan en
la nómina.
También la familia Sánchez Paredes y el exalcalde de Pucallpa Luis Valdez.
En julio de 2010 Sousa le dio a CARETAS una respuesta de antología.
“El estudio no tiene
ningún cliente que esté procesado por narcotráfico, pues el señor Luis Valdez
es procesado por homicidio calificado y lavado de activos provenientes de
delitos tributarios”, aclaró. “En el caso Sánchez Paredes el delito es lavado
de activos proveniente de incremento patrimonial no justificado”.
La más grande
investigación de lavado de activos que se ha visto en el país, por cierto.
La congresista Verónika Mendoza, de la bancada de Frente Amplio-Acción
Popular, recordó que Sousa, que no es constitucionalista sino penalista,
presentó en el 2010 un proyecto de ley para recortar las facultades
interpretativas del TC.
“Es una persona que ha pretendido debilitar a la institución y ahora
quieren que sea uno de sus magistrados. No tiene ni pies ni cabeza”, lamentó
Mendoza.
En los últimos tres meses el TC ha recordado cuán sensible puede ser su
trabajo. Rechazó los habeas corpus de Alberto Fujimori, Antauro Humala y José Enrique
Crousillat.
Acaba de aprobar el pago de los bonos de la Reforma Agraria (ver Mar de
Fondo) y declaró infundado un pedido de inconstitucionalidad de la reforma de
las AFP.
Todavía le quedan algunas “papas calientes”: El pedido del exalcalde Luis
Castañeda de ser retirado de la investigación por el caso Comunicore y los
pedidos de inconstitucionalidad de la Ley de Servicio Militar, el Servicio
Civil, homologación de sueldos de jueces y el secretismo en las compras
militares.
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Los Elegidos
Defensoría del Pueblo
–Pilar Freitas (Perú Posible)
Tribunal Constitucional
– Rolando Sousa (excongresista fujimorista)
– Francisco Eguiguren (embajador en España)
– Víctor Mayorga (embajador en Cuba)
– Cayo Galindo (excongresista nacionalista)
– José Luis Sardón (UPC)
–Ernesto Blume (exviceministro de Justicia)
Banco Central de Reserva
– Francisco González (exministro de Agricultura)
– Drago Kisic (Macroconsult)
– Gustavo Yamada (U. del Pacífico)
lunes, 15 de julio de 2013
“Van a perder no solo el triángulo externo sino también el paralelo”
La Haya Hora Clave
Actualidad Días cruciales para el diferendo
limítrofe con Chile. La timba de un fallo que será votado párrafo por párrafo y
el retraso que favorecería al Perú.
¿Qué significa
la información filtrada por la prensa chilena al cierre de esta edición sobre
el supuesto retraso de la lectura del fallo de La Haya, que se daría a conocer
recién a partir de setiembre?
Todo
indica que juega a favor del Perú.
¿Por qué?
Porque un fallo sencillo como el que anhela Chile, que simplemente reconocería
los tratados de pesca de 1952 y 1954 como limítrofes, no habría requerido
prácticamente de deliberaciones.
Este
jueves 11 y viernes 12 los magistrados de la Corte Internacional de Justicia de
La Haya deliberarían sobre el diferendo limítrofe entre Perú y Chile.
Refuerza
esa posibilidad que Francisco Orrego Vicuña, designado por ese país su juez ad
hoc para el caso en cuestión, ya se encuentre en La Haya.
Se trata de
dos jornadas decisivas.
El
cuerpo jurídico presidido por el eslovaco Peter Tomka viene escuchando en las
últimas dos semanas los alegatos de Australia y Japón en el caso que los
enfrenta por la pesca de ballenas.
Sorprendentes
y pertinentes criaturas, por cierto. Australia acusa a Japón de intenciones
depredadoras bajo la fachada de la investigación científica.
Los
tratados pesqueros que hoy tienen en vilo al Perú y Chile fueron firmados para
hacerle un frente común a la explotación ballenera de las grandes potencias. No
para transar límites marítimos, con un derecho internacional que por entonces
estaba en pañales en la materia.
Esa
distinción es el corazón de las secretísimas discusiones. Jueves y viernes son
de receso. Las audiencias terminan la próxima semana y, de nuevo, quedan dos
días libres antes que el sábado 20 los jueces comiencen a salir de vacaciones y
abandonen esta ciudad de clima hoy templado e intensa humedad.
Tres
son los grandes puntos en juego que el país le solicita a la Corte:
1.La soberanía del llamado triángulo exterior (ver
mapa) de la zona en disputa, de 28000 km2, en lo que el equipo peruano tiene
gran confianza desde un buen tiempo atrás.
2.La precisión de la ubicación geodésica del Punto
Concordia o Hito 1 de la frontera terrestre, punto desde el que arranca la
frontera marítima.
3. El dominio sobre el triángulo interior de la zona
marítima en cuestión, que equivale a 35000 km2.
El tercer
punto es considerado la sustancia de la litis.
Allí se
encuentran en juego los conceptos de paralelo, defendido por Chile, y
equidistancia, que reclama el Perú.
“Van
a perder no solo el triángulo externo sino también el paralelo”, vaticina una
fuente a partir de algunas tensas declaraciones del presidente chileno
Sebastián Piñera.
“Nadie
sabe nada”, dicen los protagonistas, pero las conocidas soluciones “creativas”
del tribunal ya inspiran a algunos jugadores de Torre Tagle para apostar que,
por ejemplo, podría zanjar con un paralelo durante las primeras 12 millas, lo
que se relaciona con el “Convenio sobre Zona Especial Fronteriza Marítima” de
1954, para a partir de allí delimitar con la equidistancia.
Esta semana
ofrece dos posibilidades.
Primer
escenario: el fallo no ha sido terminado y esos días cruciales son invertidos
en su redacción final. En ese caso, la votación podría ser corrida para
setiembre, luego de las vacaciones de los jueces.
Se supone que
el documento ha sido elaborado por Tomka y dos jueces más.
Ojo
que el reglamento también especifica que el presidente de la Corte encabeza el
equipo de redacción solo si, según lo que sondea previamente, comparte el
criterio de la mayoría.
Segundo
escenario: el fallo ya fue redactado y entre el jueves y viernes se votará
párrafo por párrafo, como lo estipula el reglamento del tribunal. En ese caso,
negado por los trascendidos, la lectura puede ser anunciada para la semana
siguiente.
Los
tiempos que maneja la Corte para anunciar un fallo son de entre 4 y 15 días
antes de la lectura.
En
la cancha peruana esperaban que la lectura del fallo se produzca lo antes
posible.
Era
deseable alejar todo lo posible esa coyuntura del calendario electoral chileno,
que tiene su fecha central en las elecciones del 17 de noviembre.
La
prensa sureña habla de la inevitable “politización” de la sentencia en ese caso
y se espera que, antes de la lectura, se concreten nuevas reuniones entre
representantes de partidos políticos y ex cancilleres para amortiguar cualquier
efecto negativo.
Hasta
ahora, los mecanismos bilaterales para asegurar el cumplimiento de la sentencia
se han puesto admirablemente en práctica.
Aquí
se ha constatado el grado de interconexión de dos sociedades y economías, en
una situación opuesta a la de Colombia y Nicaragua, que a fines del año pasado
enfrentaron la sentencia de su diferendo de un modo traumático.
Los
mandatarios, y los líderes políticos de todas las tiendas de ambas naciones,
han suscrito ejemplarmente el compromiso de aceptar la sentencia sea cual
fuera.
Ahora esa
agenda deberá tomar un nuevo aliento
sábado, 13 de julio de 2013
REPARTIJAS
LLENANDO DE GATOS LAS DESPENSAS
Sabado, 13 de julio de 2013 | 4:30 am
Cinco
días antes de la fecha programada, la elección de funcionarios en el Congreso
ya está desprestigiada. La causa es una percepción de la poca idoneidad de
algunas de las personas propuestas por los bloques políticos. Pues si bien el
sistema de cupos llevaba a esperar figuras cercanas a partidos, no se esperaba
que algunas llegaran con cuestionables currículos.
Son
dos cosas muy diferentes. Los partidos tienen, dentro o en torno suyo, gente
adecuada a los cargos por llenar. No tienen por qué hacerse representar por
personas que, por línea de carrera, son susceptibles de producir largos años de
escándalo en el cargo. Como si los partidos deliberadamente quisieran dañar las
instituciones para las que eligen.
No
es solo un asunto de trayectorias profesionales picantes, por decir lo menos, o
ejecutorias administrativas que levantan muchas cejas. También están el celo
ideológico o el fanatismo partidario. No es que se esté prejuzgando. La gente a
la que aludimos tiene largas trayectorias que una ciudadanía sorprendida
conoce.
De
modo que la alegría por haber el Congreso logrado consenso luego de dos años de
perder tiempo y dinero públicos se ve desfigurada por el contenido de una parte
de ese consenso. Lo cual refuerza la idea de que el sistema de cupos partidarios
ha entrado en un descrédito que refleja el que viene arrastrando el propio
Congreso.
Como
actualmente todos los partidos tienen asuntos pendientes con la justicia, no
hay que ser un lince para comprender que el Tribunal Constitucional va a
intensificar su condición de espacio para el pulseo político. La descripción
más benévola sería llamar al próximo TC una extensión del sistema de bancadas
parlamentarias.
En
tal medida los actuales choques de diversos líderes políticos (incluido el
presidente Ollanta Humala) con el TC son un elocuente adelanto de lo que va a
suceder con ese tribunal en los próximos cinco años. Se convertiría así la
justicia constitucional hiperpolitizada al máximo en piedra de escándalo
constante.
El
caso de la Defensoría del Pueblo es parecido. Colocar en ese cargo a una
persona muy controvertida, con una trayectoria salpimentada con un rosario de
conflictos, sin una vocación conocida de defensa de intereses ciudadanos, no
parece lo mejor para esta etapa de la vida nacional. ¿Cómo explican los
congresistas el consenso en torno de Pilar Freitas?
El
Congreso no debería aferrarse a la mayoría calificada que ha encontrado, y a la
que por su contenido cada vez más se llama despectivamente repartija. Debería
más bien re-barajar las cartas de nuevo. Vínculos partidarios sí, pues eso no
debería invalidar a nadie. Pero trayectorias desacreditadas no.
Mirko Lauer
Mirko
Lauer (Žatec, República Checa, 1947) Narrador, poeta, ensayista y politólogo.
Es Bachiller en letras por la Pontificia Universidad Católica del Perú y Doctor
en literatura peruana y latinoamericana por la Universidad Nacional Mayor de
San Marcos, es autor de una amplia obra poética que comenzó en 1966 con el
poema teatral En los cínicos brazos y que ha continuado con obras como Sobre
vivir (1986) y Tropical cantante (2002). Como novelista, ha publicado Secretos
inútiles (1992), Orbitas. Tertulias (Premio Juan Rulfo de novela corta 2005) y
Tapen la tumba (2009). En 2010,publicó Bodegón de bodegones, un estudio de las
artes visuales del Perú a través de su gastronomía, premio Gourmand para libros
gastronómicos ilustrados.
lunes, 8 de julio de 2013
Plebiscito Tacna - Arica: "Ese arbitro fue Estados Unidos"
“Chile no da un paso sin aprovechar un mal paso
peruano”
Lunes, 08 de julio de 2013
| 8:35 am
ERNESTO YEPES. El historiador acaba de publicar el
libro El informe secreto Pershing-Lassiter, en el que se revela cómo se
trajeron abajo el plebiscito arreglado por Chile en Tacna.
Pedro Escribano
Era el año 1925. La relación entre Perú y Chile llegó a un punto tenso. Tacna y Arica debían haber regresado al Perú diez años después del Tratado de Ancón de 1883, pero habían pasado cuarenta años y eso no había ocurrido. Ante ese asunto irresuelto, ambos países, como ahora ante La Haya, optaron por buscar un árbitro para que les diga si se hacía o no un plebiscito. Ese árbitro fue Estados Unidos, con el presidente Calvin Coolidge.
Era el año 1925. La relación entre Perú y Chile llegó a un punto tenso. Tacna y Arica debían haber regresado al Perú diez años después del Tratado de Ancón de 1883, pero habían pasado cuarenta años y eso no había ocurrido. Ante ese asunto irresuelto, ambos países, como ahora ante La Haya, optaron por buscar un árbitro para que les diga si se hacía o no un plebiscito. Ese árbitro fue Estados Unidos, con el presidente Calvin Coolidge.
El fallo, contra la creencia peruana, fue a favor del plebiscito. Los
peruanos estaban convencidos de que Estados Unidos, ante la
barbarie de los chilenos en Tacna y Arica,iba a oponerse. Pero no:
envió primero al general John Joseph Pershing y después al
general William Lassiter para ejecutarlo.
Sin embargo, ocurrió lo imprevisto. Tanto Pershing
como Lassiter, en sus respectivos informes, tras recorrer la ciudad,
recomendaron a su presidente que ante el abuso y tongo de los chilenos no se
lleve adelante el plebiscito.
Este es el tema del último libro del historiador Ernesto Yepes, El informe
secreto Pershing-Lassiter, la chilenización del siglo XX al desnudo. Evitemos
la del siglo XXI. La publicación, precedida por un estudio, entrega numerosas
páginas de este informe.
INVESTIGADOR. Yepes afirma que su libro
también es un homenaje
a las mujeres tacneñas.
|
¿Cuándo accede a este informe?
Este informe se
mantuvo secreto en el Departamento de Estado de EEUU. Yo accedo a sus página,
1.200 en total, en 1991. Y lo cierto es que entonces nadie quiso publicarlo en
su totalidad. Por esos años, solo publiqué una parte como ahora, pero no
circuló. Creo que debería publicarse como homenaje a los peruanos que murieron
defendiendo Tacna.
El Perú estaba confiado de que no se dé el plebiscito. ¿Por qué?
Es que el Perú al
principio estaba convencido de que el árbitro al enterarse de la barbarie de
los chilenos en Tacna iba a decir no. Pues los chilenos perseguían, abusaban,
eliminaban peruanos y encima, para el plebiscito, habían hecho trampa: repoblar
con nueva gente, cambiar nombres, o sea, un tongo. Sin embargo, EEUU dijo sí al
plebiscito.
EEUU envió a Pershing a ejecutar el plebiscito. ¿Cómo este no procede?
Pershing llega al Perú
a mediados de 1926, pero este señor no se conformó con los papeles, con la
orden de ejecutar el plebiscito, sino recorre Tacna, investigando, escuchando a
la gente. Chile le decía que no se entrometa en cosas que no se le había
encargado, sino que haga el plebiscito. Pero Pershing no se amilanó e hizo un
informe y recomendó hacer dicha consulta popular.
O sea, ¿pedía que su presidente se retracte?
Y ellos lo dicen muy
claro: Presidente, nosotros estamos entrenados para definir las fronteras por
la fuerza, somos militares, pero usted nos ha dicho que lo hagamos ahora con
justicia. Nosotros no podemos hacer un plebiscito injusto.
¿Y cómo lega Lassiter?
Pershing, cansado de
enfrentar el ataque feroz de los chilenos, se va y EEUU envía a Lassiter, y
este hace lo mismo que Pershing. Recorre la población y recomienda no ejecutar
el plebiscito.
¿Usted publica este libro pensando en el caso que tenemos en La Haya?
Sí, es verdad. Estamos
viviendo la misma situación. Y la verdad es que Chile nunca da un paso sin
aprovechar un mal paso peruano. La historia nos ha enseñado cómo negocia Chile.
Chile cuando negocia busca flancos.
Claves
PRESENTACIÓN. El libro, editado por
Asociación Perú: Soberanía y Desarrollo, se presentará hoy en el Icpna de
Mirafores (Av. Angamos Oeste, 160). 7 pm.
OLVIDO. En Lima había una avenida en
homenaje al general John Joseph Pershing, frente al Hospital Militar. Hace
cinco años se cambió de nombre. Ernesto Yepes anota también que en Tacna no hay
ni una placa conque se los recuerde.
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