miércoles, 8 de enero de 2014
Marco Sifuentes (El Útero de Marita)
Lo siento: esta es otra columna más sobre el debate de la concentración de medios.
Usualmente escaparía como de la peste de un tema tan manoseado sobre el que no parece que hay nada nuevo qué decir. Pero resulta alucinante la cantidad de desinformación al respecto. Así que se me ocurre que podríamos ponernos de acuerdo en algunos conceptos mínimos.
1. ¿Por qué a veces se habla de concentración y otras de acaparamiento? El segundo párrafo del artículo 61 de la Constitución dice textualmente: “La prensa, la radio, la televisión y los demás medios de expresión y comunicación social; y, en general, las empresas, los bienes y servicios relacionados con la libertad de expresión y de comunicación, no pueden ser objeto de exclusividad, monopolio ni acaparamiento, directa ni indirectamente, por parte del Estado ni de particulares”.
2. No, no hay una ley que nos diga cómo hacer cumplir este párrafo de la Constitución. Por eso es que ocho periodistas (incluidos dos de este diario) han presentado una acción de amparo ante el Tribunal Constitucional. En resumen, le están preguntado si la movida de El Comercio, comprando Epensa, se ajusta a ese párrafo de la Constitución.
3. No, es mentira que El Comercio sea el dueño del 80% de los medios. Pónganse de acuerdo: la cosa no incluye televisión, radio ni Internet. El Comercio, ni siquiera, es dueño del 80% de los periódicos. No. Radios hay, literalmente, miles. Canales de televisión fuera de Lima, debe haber un centenar. Diarios locales, ni hablar. Aquí patinan varios.
4. Seamos exactos: El Comercio ahora es dueño del 77,86% del total de ventas nacionales de los diarios. ¿Cómo así? Pues los cuatro diarios del Grupo Epensa –cuando fue comprado por El Comercio– tenían el 28,56% del mercado nacional. El Comercio los compró y así se hizo de casi todo el mercado nacional de diarios.
5. ¿Eso es concentración? Según el Índice de Herfindahl e Hirschman (IHH) –una medida usada en economía para medir la falta de competencia en un mercado– sí es concentración: el IHH ronda los 6000. Los estándares internacionales nos dicen que un IHH por encima de 2500 refleja un mercado concentrado. Por cierto, si La República hubiera triunfado en su pugna por Epensa, el IHH superaría los 4000, según Semana Económica.
6. Leyes contra la concentración empresarial existen en todas partes del mundo, no solo en Venezuela o Argentina, porsiaca. La idea detrás es profundamente liberal: se trata de que una empresa no pueda “comprar” su crecimiento en un mercado, distorsionándolo. De hecho, en Estados Unidos, en cuestión de medios, van más allá: no puede existir propiedad cruzada. Los dueños de diarios no pueden tener televisoras. Cof cof.
7. El problema para el bando desconcentrador está en algo llamado Grupo Epensa S.A.C., que aún es 100% de propiedad de los Agois Banchero. Esta empresa es la que maneja periodísticamente Correo, Ojo y El Bocón. Esa fue una jugada inteligente de El Comercio, que se quedó con el 54% de acciones de otra empresa, llamada Epensa a secas, que se encarga de la parte logística, productiva y comercial de los diarios.
8. En serio, nada peor que Humala avivando el fuego. Este es un debate saludable y, por suerte, le permite a los lectores darse cuenta de a quiénes pertenecen los medios que consumen sin hacerse mayores preguntas. Todo eso está bien. Pero una intervención del gobierno solo conseguiría –como ya está sucediendo– distorsionar el debate.
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