El Hito N° 1 que delimita Perú y Chile. Foto: Panoramio /
Ernesto813
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domingo, 19 de enero de 2014
EL MEMORÁNDUM BÁKULA
Perú - Chile
La historia de cómo el
diferendo marítimo llegó a la Corte de La Haya (Parte I)
El proceso jurídico está a días de llegar a su fin,
con el fallo final del tribunal internacional. Antes de acudir a La Haya, desde
1986, el Perú trató de iniciar negociaciones con Chile para suscribir un
acuerdo de delimitación marítima. Sin embargo, la respuesta fue negativa desde
Santiago. A continuación, la primera parte de este especial.
Minutos después que el embajador
de Perú en Santiago, José Antonio Meier, recibió la negativa
respuesta chilena, Torre Tagle decidió emitir un comunicado
en el que anunciaba que “se ha agotado la posibilidad de la búsqueda de una
solución a través de negociaciones directas”.
Semanas antes, el 19 de julio del 2004,
el canciller Manuel Rodríguez Cuadros envió
una nota diplomática al Gobierno de Chile, en base al trabajo previo que
realizó con un destacado equipo de juristas.
En el documento, Perú expresaba a
Palacio de La Moneda la necesidad de dialogar, de manera pacífica, a fin de
negociar los límites marítimos de ambos países, al referir que a la fecha no se
había suscrito ningún acuerdo de delimitación marítima.
De esta forma, Torre Tagle le dio un
plazo de 60 días al Gobierno de Chile para que formule su respuesta y juntos
puedan sentarse a negociar en Lima, Santiago o la ciudad que se crea
conveniente.
A solo siete días de cumplirse este
plazo, el 10 de septiembre del 2004, el embajador Meier recibió una nota de la
canciller chilena Soledad Alvear en el que comunicaba que su país no iba a
iniciar negociaciones sobre un tema que entendían que ya habían sido fijados en
tratados anteriores, en referencia a los convenios pesqueros de 1952 y 1954.
La réplica peruana era más que evidente,
el Gobierno de Alejandro Toledo anunció
que recurrirá a “los medios de solución pacífica de controversias, previstos en
el derecho internacional”, refiriéndose a la Corte Internacional de Justicia.
CONVENCIÓN DE DERECHO AL MAR DE 1982
Sin embargo, esta gestión no fue la
primera en la que un diplomático peruano intentó llegar a un acuerdo con Chile,
a fin de establecer un tratado de delimitación marítima.
En 1982, el Perú, junto a varios países,
entre ellos Chile, suscribió la declaración de la III Conferencia sobre
Derechos del Mar de 1982, en donde se reconoce la zona económica exclusiva
de las naciones hasta las 200 millas marítimas.
La delegación peruana que asistió a esta
cita en Jamaica estuvo encabezada por el embajador Max Arias-Schreiber Pezet y
tuvo como uno de sus integrantes a Juan Miguel Bákula,
quien cuatro años después se convertiría en pieza fundamental.
Uno de los artículos de este documento
indica que la delimitación marítima de los estados o países que tengan
costas adyacentes o situadas frente a frente se efectuará por acuerdo
entre ellos sobre la base del derecho internacional. Argumento que sería usado
por el Perú.
En contraparte, la declaración también
que esta delimitación puede estar sujeta a las consideraciones de los acuerdos
que, previamente, los dos países hayan suscrito. Chile ratificó su posición que
los acuerdos pesqueros de los ’50 son tratados limítrofes.
Mientras que Chile ratificó este
convenio el 25 de agosto de 1997 y Ecuador hizo lo propio el 22 de julio
de 2012, el Perú aún no lo ha hecho.
MEMORÁNDUM BÁKULA
A raíz de este convenio, en 1985, el
canciller Allan Wagner planteó
la necesidad de que Perú y Chile inicien negociaciones para fijar la
delimitación marítima, tras considerar que, a la fecha, no existe un acuerdo de
este tipo.
Luego de estudiar el caso, Wagner
encuentra en Bákula al diplomático perfecto para iniciar las negociaciones con
Chile. Además de ser, en ese momento, el embajador de Perú en Santiago, había
sido integrante de la delegación peruana que la Convención sobre los Derechos
del Mar de 1982.
Es así que, el 23 de mayo de 1986,
Bákula Patiño fue recibido en la sede del Ministerio de Relaciones Exteriores
de Chile por su titular, el canciller Jaime del Valle, quien creyó
que se trataba de una visita diplomática de rutina.
Sin embargo, el diplomático peruano
tenía la misión de dejar precedente que el Perú quería iniciar negociaciones
para establecer la delimitación marítima de ambos países. En una exposición
didáctica, el embajador nacional explicó los motivos que llevan al país a fijar
estos límites.
Del
Valle, quien era un hombre de confianza del Gobierno de Augusto
Pinochet, tras escuchar a Bákula, le pidió que deje escrito lo dicho. Es
así que el diplomático nacional no perdió tiempo y, rápidamente, escribió el
documento que sería conocido como el ‘memorándum Bákula’.
"El canciller de Chile me dijo: Eso
es correcto. Ese es un problema que tenemos que estudiar. No lo podemos dejar
para las calendas griegas. Me dijo: ¿Por qué no pasa usted un memorando?",
expresó el diplomático en una entrevista a Caretas.
Este escrito es clave porque deja
sentada la posición peruana y la intención de llegar a un acuerdo para fijar
los límites marítimos, al entender que no existe ningún tratado de este tipo.
Días después, Del Valle informó, a través de un breve comunicado, que recibió
al embajador nacional y que Chile necesitaba estudias las propuestas formuladas
en la reunión.
Fuentes: Archivo de La República, La Segunda, La Tercera
y texto del embajador Alfonso Arias-Schreiber Pezet.
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