viernes, 7 de octubre de 2011
Al amanecer del 8 de octubre de 1879, el “Huáscar” fue avistado por la primera división chilena ..................................
La Marina de Guerra del
Perú en la época contemporánea
Durante la década de los 60, fue preocupación del alto
mando naval el dotar a las fuerzas navales de nuevas unidades, e ir empezando a
reemplazar las que por su obsolescencia eran dadas de baja, como el caso de las
antiguas fragatas “Teniente Ferré” y “Teniente
Palacios” retiradas en 1966.
Tras los estudios a
cargo del Estado Mayor y las gestiones respectivas por los comisionados navales
en Europa, entre los años 1968y 1969 se
concretó la compra de dos destructores británicos de la clase Daring, el “Diana”
y el “Decoy”, rebautizados “Palacios” y “Ferré”,
respectivamente, que se hallaban aun en servicio en la Royal Navy. El alto
mando naval peruano, consideró someter ambos buques a un proceso de
modernización, y de manera acertada se incluyó en su nuevo sistema de armas, la
instalación de misiles superficie-superficie, nueva y efectiva arma que había
hecho su debut durante la guerra árabe-israelí de 1967,
cuando una lancha lanzamisiles egipcia de origen soviético hundió
al destructor israelí “Eliath”. Tomada esta decisión, se realizó
gestiones reservadas con los fabricantes franceses de un nuevo tipo de misil,
el Exocet, que aún se hallaba en fase de pruebas,
a fin instalarlos a bordo de los nuevos destructores. De esta manera fueron sometidos
a una completa modernización en los astilleros británicos Cammel Laird, en
Birkenhead. Finalizada su modernización, ambos buques llegaron al Callao en 1973,
constituyéndose como los primeros buques en la región en poseer misiles
superficie-superficie.
Ese mismo año, se
adquirió el crucero holandés “De Ruyter”, que
bautizado como “Almirante Grau”, pasó a ser el nuevo buque insignia de
la Escuadra y el antiguo “Almirante Grau” pasó a denominarse “Capitán
Quiñones”.
Prosiguiendo con el plan
de adquisiciones navales, en el mismo año 1973, se firmó un contrato con el
astillero italiano Cantieri Navali Riuniti para la construcción de cuatro fragatas
lanzamisiles tipo Lupo, dos de ellas en astilleros italianos y las otras dos
con asistencia técnica en los astilleros del SIMA, en el Callao. La primera de
ellas, la “Carvajal” fue incorporada al servicio en 1978,
y al año siguiente lo hizo la “Villavisencio”. Las fragatas construidas
en el Callao fueron la “Montero”, entregada en 1984,
y la “Mariátegui”, en 1986.
Adicionalmente, en 1976 fue
adquirido en Holanda otro
crucero, el “De Zeven Provincien”, el que rebautizado “Aguirre”
fue sometido a un proceso de conversión a porta helicópteros, con capacidad
para operar tres helicópteros Sea King armados con misiles aire-superficie
Exocet AM-39 o de torpedos para guerra antisubmarina. Este nuevo crucero hizo
su arribo al Callao en mayo de 1978acompañado del destructor
“García y García”, también adquirido en Holanda. Entre 1979 y 1983 se
sumaron otros siete destructores antisubmarinos de la misma procedencia: “Villar”,
“Quiñones”, “Gálvez”, “Diez Canseco”, “Castilla”, “Bolognesi”,
y “Guise”.
Otra adición a la
escuadra fue el proyecto Tiburón, que consistió en la construcción en astilleros
franceses de seis corbetas lanzamisiles del tipo PR-72P, que con los nombres de
“Velarde”, “Santillana”, “De los Heros”, “Herrera”,
“Larrea” y “Sánchez Carrión”, fueron construidas entre los años 1978 y 1981.
Por otro lado, el crucero “Almirante Grau” fue modernizado en Holanda
entre 1985 y1988 siendo
dotado de nuevos sistemas de combate y de misiles superficie-superficie Otomat.
La renovación e
incremento de las fuerzas navales no sólo se dio con unidades de superficie,
sino también se hizo extensivo a las demás fuerzas. Entre 1974 y 1984 se
construyeron en Alemania seis submarinos de la clase 209, que fueron
incorporados con los nombres de “Islay”, “Arica”, “Pisagua”,
“Chipana”, “Casma” y “Antofagasta”. Asimismo, en 1975 se
adquirió en los Estados Unidos dos submarinos oceánicos del tipo Guppy IA,
rebautizados “Pacocha” y “La Pedrera”.
El Servicio Aeronaval
incorporó aviones antisubmarinos Tracker S-2E y S-2G, de
exploración marítima Fokker F-27MP, helicópteros antisubmarinos AB-212 y
helicópteros Sea King en versión antisubmarina y
antisuperficie. La Infantería de Marina igualmente recibió equipamiento nuevo,
entre ello una compañía de vehículos de reconocimiento Chaimite de
fabricación portuguesa, adquiriendo
asimismo mayores capacidades para operaciones de reconocimiento anfibio y
aerotransportadas.
Finalmente, en 1969 se
creó la Escuela de Demolición Submarina, que sería la base de la actual Fuerza
de Operaciones Especiales.
La Marina en estos
últimos treinta años ha tenido que enfrentar grandes retos y dificultades.
Participó activamente en dos conflictos internaciones con Ecuador (1981 y 1995),
cubriendo como era del caso el flanco marítimo y el flanco fluvial. En ese
mismo contexto, varios de sus miembros participaron activamente en el proceso
de negociación que siguió a cada uno de estos conflictos.
Por otro lado, debió
lamentar la pérdida de varios de sus miembros a consecuencia del hundimiento
submarino “Pacocha” en aguas del Callao, el 26 de agosto de 1988,
luego de ser colisionado por un pesquero japonés. El heroico comportamiento de
su comandante, capitán de fragata Daniel Nieva, y de todos sus tripulantes,
estuvo a la altura de las circunstancias. El posterior reflotamiento de la nave
fue un triunfo del Servicio de Buceo y Salvataje que contribuyó a aliviar el
pesar institucional por esas pérdidas.
Estando en el inicio de
un nuevo siglo, la Marina de Guerra del Perú, actualmente se halla avocada a un
proceso de modernización institucional con miras a hallarse preparada a los
retos que el nuevo orden mundial demanda del país.
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